LA NOVELA PSICOLÓGICA:
CARACTERÍSTICAS Y REPRESENTANTES
La novela
Psicológica o novela de análisis psicológico, también conocida como realismo
psicológico es una obra cuyo eje narrativo se centra en la observación de la psicología de los
personajes, es decir, enfatiza la caracterización interior de sus personajes,
motivos, circunstancias y acción interna
que nace y se desarrolla a partir de la acción externa.
Se le
considera padre de la novela psicológica al escritor Fiodor Dostoievski porque
en sus obras presenta a personajes que son víctimas de su mundo interior, la
lucha contra su propia consciencia, sus sentidos de culpa y que son víctimas de
su mundo psíquico.
Representantes:
-Stendhal
(Henri Beyle)
-Fiodor
Dostoievsky
-Juan Valera
Argumento de la obra
Crimen y
castigo, obra dividida en seis partes con sus respectivos capítulos, finalizando
en un epílogo dividido en dos partes.
Se inicia
con la decisión de Rodion Raskolnikov, estudiante frustrado de Derecho por su
extrema pobreza, de asesinar a la vieja usurera Alena Ivanovna, quien armado de
un hacha que robó de la casa donde vive y de sus ideas de superhombre se dirige
a la casa de la que considera “piojo inútil y dañino” y de certeros hachazos en
la cabeza lo mata al igual que a su hermana Isabel que le descubre su crimen.
Coge ciertas joyas de valor y cuando se dispone a huir de la habitación del crimen,
unos visitantes llaman a la puerta de la usurera, al no tener respuesta van en
busca del portero para comunicarle sus sospechas de la ausencia de la
prestamista. Raskolnikov logra huir sin ser visto. Bajo una piedra del patio
oculta el tesoro. Él se esconde en su cuarto consigo mismo, con su cruel pensamiento que desmenuza los hechos, analiza
las ideas, las situaciones, la vida misma. Comienza el análisis del drama: por
un lado, su hermana Advotia Romanovna, Dunia, iba a contraer matrimonio por
interés, sin amar a su compañero, con la finalidad de ayudarle a su hermano en
sus estudios. La elección no es dudosa, la vieja usurera debía morir, demás, Aliona Ivanovna representa un punto más
en la escala de los que humillan, con su
repugnante negocio de usura. Pero se siente perdido, pues el crimen no resuelve
nada, el dinero robado es muy poco para satisfacer su ideal de justicia, por
tanto no pertenece a los elegidos. A través del sufrimiento y las pesadillas
llega a comprobar su error en el que el comportamiento humano no puede
prescribirse con cálculos racionales porque el lado irracional del hombre es
esencial para él, porque el valor intrínseco de cada individuo no sigue la
lógica apariencia de los demás. Se ha equivocado, su espíritu no le reprocha el
crimen sino el error; esto le traerá consigo el castigo y hacia él se dirigirá
el infeliz personaje. Se inician las investigaciones del doble homicidio, el
juez inquisidor será Porfirio Petrovitch quien ya sabe que Rodion Raskolnikov
es el homicida y espera que por su propio impulso acuda a los tribunales. El
factor determinante de su confesión no es el temor, sino una mujer, Sonia
Marmeladova, una prostituta hija de un borracho imbécil y embrutecido, que se
ha entregado a la prostitución con pleno conocimiento de su falta, con la
responsabilidad toda de quien pretende arreglar la miseria del hogar de sus
padres, vendiéndose. Como en Raskolnikov su falta procede del amor hacia unos
seres miserables, de su deseo de modificar el estado injusto de las cosas.
Ambos seres desgraciados, Rodion y Sonia, se darán la mano.
Rodion
Raskolnikov se entrega, asume el castigo, pues ha fracasado: Sonia le
acompañará a Siberia, donde tratarán de vivir pese a su desgracia. En realidad
se trata de dos seres puros, alterados por elementos externos; pero intentarán
renacer.
Otros
personajes vinculados con este drama están Advotia, Dunia, hermana de Rodion;
se verá asediada por el adinerado Ludzin, y está dispuesta a soportarle durante
toda la vida con lazos sagrados para ayudar a su hermano. Cuando se libera de
este personaje, aparece la figura tétrica de Svidrigailov de cuyos hijos fue su
institutriz. Para pretenderla tuvo que asesinar a su mujer y ahora la persigue.
Cierta noche, se encuentran en casa de Svidrigailov, al pretenderla poseer
Dunia se defiende con un revólver y el hombre, tomando conciencia en un momento
de la profundidad de su abyección, le quita el arma y colocándola en su sien,
dispara.
También
trágico resulta la figura de Mermeladov, el padre de Sonia. Es una figura
brutal, típica de la pasividad. Sabiendo que ha llevado a su mujer y a su hija
a la miseria, no puede levantarse de su caída. Sólo consigue abrir los ojos
para contemplar a las dos mujeres. Catalina Ivanovna, la madre, tiene momentos
de incomprensible ternura con su hija a la que incita primero a la prostitución
y junto a la que, una noche, se acuesta para sollozar por haberla conducido a
tal estado y da señales de agradecimiento.
En el
epílogo, se cuenta que Rodión Raskolnikov fue condenado a trabajos forzados en
Siberia durante un lapso de 8 años.
La sentencia
no fue dura, porque nunca usó del dinero robado, cometió los asesinatos con la
puerta abierta, narró absolutamente todo
sin omitir nada y lo más importante, se confesó culpable cuando un obrero
esquizofrénico se auto inculpó, asimismo había matado por demencia momentánea,
según el informe médico. Se usaron los testimonios de Razumikhin y su amigo el
doctor. Al preguntarle a Raskolnikov sobre el móvil; contestó con absoluta
franqueza; la extrema miseria que le había sacado de sus cabales fue la punta
del desastre y que se entregó por arrepentimiento.
La madre
enfermó desde el inicio del proceso y fantaseaba con frecuencia de que su hijo
era muy poderoso y que por eso se encontraba lejos. Dunia y Razumikhin se
casaron y ambos, junto con Sonia, visitaron a Raskolnikov. La muerte de
Pulkeria fue sabida por Raskolnikov tiempo después a pesar de que Sonia –quien
lo había seguido hasta Siberia- se escribía con frecuencia con ellos.
Raskolnikov cayó en la indiferencia. Todo le importaba poco o nada. Las
frecuentes visitas de Sonia eran lo único que lo reconfortaba. Sin embargo, al
tener la joven que trabajar, comenzó a reducir sus visitas. Raskolnikov siente
su ausencia. Una tarde al trabajar al aire libre, la encontró frente a él. Sonia
le tomó las manos y Raskolnikov lloró por esos siete años que todavía tendrían
que transcurrir. Pero alguien lo estaría esperando. A partir de la mañana
siguiente, Raskolnikov no volvería a ser el mismo.
Fuente: UNSAAC
Fuente: UNSAAC
buena men
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